Cuentan las crónicas figuradas que el correo del rey volaba por el Camino Real desde Sevilla. Tras varias semanas de viaje al galope el mensajero ponía pie a tierra en la ermita de Remesal. Solo le aguardaban unas pocas leguas para avistar el alfoz de la Puebla de Sanabria y el señorío. El jinete atajó […]
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