Senderismo – Cascadas de Sotillo

Sanabria Senderismo

CASCADAS DE SOTILLOSenderismo Sanabria

Distancia: 7 Km. aprox. (ida y vuelta).
Dificultad: media.

Desnivel: 400m. aprox.
Ruta: Senda señalizada con balizas de color marrón.

Época recomendada: Todo el año, en especial primavera y otoño.
Nos encontramos ante una de las rutas más bonitas del Parque Natural y posiblemente ante una de las más conocidas.

Este paraje se encuentra en Sotillo de Sanabria, localidad perteneciente al municipio de Cobreros, en la provincia de Zamora.

Su belleza paisajista la ha convertido en una de las rutas del parque natural más frecuentadas.

Se trata de una caminata de 7 kilómetros, de dificultad media. Se recomienda llevar buen calzado, pues la senda es empedrada, bastante irregular y, en ocasiones, con zonas húmedas y resbaladizas. Toda la ruta transcurre entre los árboles, que en verano ofrecen su protectora sombra en los días más calurosos.

La senda arranca en la zona recreativa del pueblo de Sotillo de Sanabria. Tras cruzar el puente del río Truchas, junto a la zona recreativa, os adentrareis en el camino, que enseguida comienza a subir en pendiente. Toda la ruta está señalizada con balizas de color marrón.

A lo largo del camino podréis observar castaños, avellanos, robles, acebos, helechos…, numerosos regatos de agua cristalina que serpentean valle abajo, y amenizados por el multicolor canto de los pájaros. Los aficionados a las setas también podréis observar distintas variedades, dependiendo de la temporada.

Después de una hora y media de camino comenzaréis a escuchar el agua de la cascada en su caída al vacío desde 20 metros de altura. Iniciaremos entonces un corto pero fuerte descenso al final del cual habremos llegado a las Cascadas. Lo más espectacular es su localización, en un entono apartado donde reina el silencio y la naturaleza
virgen. Hay un pequeño mirador desde el que contemplar la cascada y sacarse las fotos para el recuerdo.

Existe un camino alternativo para regresar al pueblo. El primer tramo de descenso es de cierta dificultad. Así pues, lo más seguro es desandar el camino que hemos seguido para llegar a la cascada.

De regreso al pueblo, el merendero donde arranca la ruta cuenta con mesas y bancos de madera, sombra junto al río para tomar fuerzas con una comida o merienda, descansar y despedirse de esta inolvidable travesía.