Champiñón silvestre
El champiñón silvestre es otra de las setas más comunes de nuestro país. El cultivado -no el silvestre- es el que encontramos habitualmente en los supermercados. Su forma es globulosa y mide entre 5 y 15 centímetros de diámetro, siempre carnoso al nivel del margen, el cual permanece plegado durante mucho tiempo. Sus láminas son Apretadas, desiguales, libres, son primero de un color rosado pálido, de un rosa carne después que vira al marrón con la edad y finalmente negra en los ejemplares más viejos.
La carne de estas setas es firme, densa, blanca, presenta un ligero color rosado en las fracturas y exhala un suave perfume afrutado. Es un excelente comestible apreciado por su fino aroma, su agradable carne y por su gran variedad de usos. Deben inspeccionarse a fondo por si están parasitados y sólo tratándose de ejemplares ya grandes deben quitarse las láminas oscuras y la cutícula.
Al limpiar los de tamaño pequeño, comprobar que sus láminas son rosadas. El tiempo de preparación es de 5 a 8 minutos. Se puede confundir con el Agaricus Xanthoderma que es ligeramente tóxica. Además del olor, se distingue porque la venenosa presenta una coloración amarilla cuando la frotamos legeramente con el dedo, especialmente en el pie. Tener especial cuidado con los ejemplares jóvenes en los que las láminas todavía no tienen el color rosa bien definido.